EL ULTIMO VERANO.

Cómo me gusta, en bellos ocasos estivales,
cuando ríos de luz se vierten al oeste
dorado, y en los céfiros fragantes
                        se serenan
las nubes plateadas.
Abandonar muy lejos 
los pobres `pensamientos
       y tomarme un respiro
de las preocupaciones,
encontrar fácilmente un paraje balsámico
de frondosa belleza,
y dejar que la dicha seduzca allí 
                        a mi alma.
( fragmento )                    JOHN KEATS,

           JOHANNES  GREENESS.

SABINES.

          Si sobrevives , si persistes, canta,
          sueña, emborráchate.
          Es el tiempo del frío : ama,
          apresúrate. El viento de las horas
          barre las calles, los caminos.
          Los árboles esperan : tú no esperes,
          Este es el tiempo de vivir , el único.

                                Jaime Sabines.

    HAKUNA  MATATA :
             NO TE ANGUSTIES.

PASION SIN LIMITES.

    Vuela mi corazón
unido con los pájaros
y deja entre los árboles
un invisible rastro
de alegría y de sangre. 

   Las gotas de rocío
se helaron en las manos
     abiertas y floridas
de los enamorados
  perdidos en la brisa.

     Vuela mi corazón
      mi corazón atado 
con cadenas de estrellas
a la sombra de un árbol
      atados con cadenas
y con cantos de pájaros. 

            José María Hinojosa.
                 ( 1904  -  1936 )
                       España.

LA ENREDADERA.

Por el molino del huerto
asciende una enredadera.
El esqueleto de hierro
va a tener un chal de seda.

Ahora verde, azul más tarde,
cuando llegue el mes de enero
y se abran las campanillas
como puñados de cielo

Alma mía ¡quién pudiera
vestirte de enredadera !

           Juana de Ibarbourou.

¿Quién no conoce a la autora ? NADIE
pero tal vez no hayan leído este 
pequeñito y dulce poema .

LA FLOR.

Al higo de la higuera un picotero
          le comió el corazón
y ahora, sin querer, el higo negro
     se parece a una flor.

En la higuera me haré, después de muerto
         un higo blanco, amor,
y tú serás curruca o benteveo
  o calandria o pinzón.

Y de llegar un día que en el huerto
      me verás bajo el sol
y picarás y picarás mi pecho,
   hasta hacerme una flor.

                 JOSE  PEDRONI. poeta argentino.

            
Para Francisco, que me tiene tanta paciencia.

LA CALANDRIA.

A mis amigos. Para ponerle una sonrisa al lunes

les dejo este pequeño poema que descubrí 

trabajando con mi nieta en Literatura. 

Lo sentí tan delicado y tierno que lo quise compartir.

      Silencio de diamante. 

           En el campo, ni un eco.

      De pronto, la calandria

      que halla en su luz, alpiste

      desciende melodiosa

           sobre un gajito seco

       como buena noticia

       sobre un corazón triste. 

                           LUIS  FRANCO.

VUELVE ...

Vuelve a menudo y tómame
amada sensación, vuelve y tómame
cuando del cuerpo la memoria se despierta
y un antiguo deseo vuelve a pasar por la sangre,
cuando los labios y la piel recuerdan
y las manos sienten como que tocan otra vez.

Vuelve a menudo y tómame en la noche 
cuando los labios y la piel recuerden ...

           Constantino  Kavafis
          Poeta griego  ( 1863  -  1933  )

MUJERES DE OJOS GRANDES.

   Tenía la espalda inquieta y la nuca de porcelana.
Tenía un pelo castaño y subversivo
                  y una lengua despiadada y alegre
con la que recorría la vida y milagros
                 de quien se ofreciera.
A la gente le gustaba hablar con ella,
porque su voz era como lumbre
y sus ojos convertían en palabras precisas
los gestos más insignificantes
y las historias menos obvias.
A tía Charo le gustaba estar en el mundo, 
recorrerlo con con sus ojos 
y afilarlo con con voz apresurada.
   En Puebla la gente puede llegar a querer
con más fuerza que en otras partes.
El viejo cura que le había dado la comunión,
murió, dejándola sin nadie con quien hacer
sus más secretos comentarios ...

-Ave María Purísima - dijo el nuevo padre español.
-Sin pecado concebida - dijo la tía.
-¿Usted ríe ?-preguntó el español, adivinándola
 No padre - dijo la tía Charo, temiendo los resabios
de la Inquisición.
-Yo sí - dijo el hombrecito. Y usted puede hacerlo
con mi permiso.
-Me pregunto, padre- dijo la tía Charo
si es pecado hablar de los otros. Usted sabe,
contar lo que les pasa , estar en desacuerdo
con lo que dicen ...
- No,hija - dijo el padre español.- Eso es afán
por la vida ¿Qué ha de hacer aquí la gente ?
¿Trabajar y decir rezos ? Sobra mucho día
Ver no es pecado y comentar tampoco,
vete en paz. Duerme tranquila.
- Gracias Padre - dijo la tía Charo
y salió corriendo a contárselo todo a su hermana.

   Del libro  MUJERES DE OJOS GRANDES. 
  ( fragmento )        Angeles Martretta.
Para que lo disfruten ...