miércoles, 5 de octubre de 2011

La nana.

Mi abuela se pone mi bracito en la espalda
la panza con la panza para hacerme dormir.
Me canta las canciones con letras invenas
dice que el cielo es vasto y de infinito azul
que de allí vine yo, envuelta en arreboles
entre encajes rosados, con puñados de tul.
Que me llamo María y me llamo Celeste
el color de ese manto que la Virgen dejó.
Mi abuela me cuenta que en los mares lejanos
van cruzando barquitos con quillas de cristal
que suenan las campanas, titilan las estrellas
los ángeles me arropan con mantitas de luz.
Mi abuela me canta la nana repetida
el aroma de rosas está allí todavía
y me sigue diciendo que la luna es de plata
que de oro es el sol y nos da su calor.
Y sus manos se llenan de fragantes jazmines
mientras ella se pone mi bracito en la espalda
la panza con la panza para hacerme dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario